Hoy te quiero regalar unas letras, palabras que no hablen de distancia ni de lejanias... Soñaré que estamos juntos, que toda esa angustia de saberte lejos no existe, que puedo tomar tus manos, acariciar tu cara y decirte lo mucho que te amo, te sueño y cuanto anhelo tus besos, esos que son mi única alegría e ilusión. A veces te noto callado y distante, imagino que será por lo mismo que me pasa a mí, el extrañarte tanto y la soledad que sufrimos en esta larga y agónica espera.
Amor mío, las horas pasan lentamente cuando estoy lejos de ti, todas las horas me resultan insportables, muchas angustias invaden mi cuerpo, y sé que sientes lo mismo.
Mi amor, pensemos que el mismo cielo nos cubre, y que las mismas estrellas que se alzan, son las que permiten que se ilumine nuestro corazón. Siente la brisa y el aire que respiras, será el mismo que un día tú y yo sentiremos. Mi corazón se acelera cuando en ti estoy pensando, ¿puedes oirlo? Late con rapidez cuando tu recuerdo viene a mi cuerpo cansado y anhelante de este amor que nació para nosotros dos.
Sólo cuando pienses en mí sentirás todo lo que yo estoy sintiendo en este momento, horas de angustia y melancolía tejidas por mis sentimiemtos que quieren salir a gritar y proclamar nuestro amor. Así de locos somos, ya lo sabemos, amor de telenovela, amor de todos los tiempos... Así es nuestro amor, y nuestra necesidad de tenermos al lado del otro se aplacará cuando por fin nos veamos, ese día nos invadirá la alegría y nos quedará la sensación de que siempre estuvimos juntos, de que nada ni nadie logró separarnos, de que estamos sintiéndonos físicamente, porque espiritualmente siempre estuvimos juntos... Recuérdalo amor, y así lograrás tenerme cerquita todos los días.
Gracias a Dios por ponerte en mi camino, y como este amor es bendecido será un amor para siempre.
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